Por enseñar el pajarito,
la calavera le echó el ojito.
Las ventas le angustiaban,
y pestes de ello echaba.
Nuevamente dio un grito
y se enojó, hasta quedar frito.
La muerte también se burló,
de lo poco que logró.
Hizo rabieta, y aguantó la treta,
pero a mí también me cargó,
pues Delgado me tocó.
Y a fin de cuentas,
ni tan delgado estaba,
ni era bueno para las ventas
y a los canarios asustaba,
Por eso, la calaca se rió,
de la panza que sacó.
y arrastrado lo llevó,
sin importar lo que logró.
Atte. Jorge Navarro
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Te invito a que comentes lo que realmente sucedió, cuando la calaca se l@ llevó...